17 youth

 Toseré dieciséis veces en la puerta de tu casa, pero no meteré la pata porque ya lo hiciste tú. Te abrí y te la pillaste. 

Voy a hacer un camino de noodles sin gluten de tu casa a la mía para que pueda seguirme mi perro por si alguien tiene que consolarme y lo voy a llamar ‘El camino de San donde dije digo’ y te voy a llamar Diego porque es el nombre que deberían haber elegido tus padres antes de abandonarte. 

Después voy a llamarte al timbre de manera cruel e insistente entre las 07:00 y las 07:15 de la mañana y voy a gritar: PUBLICIDAAAAAAAD: te vendes MAL. 

Estás regalado y sales caro. Te has convertido en una contraindicación digna de rinoplastia, siempre te imaginé siendo un parto, un dar a luz. 

Cuando sepa que estás despierto y de mal humor, me cercioraré de que no puedas conciliar el sueño y,

plácidamente,

me dejaré caer en el colchón como una gota de sangre en las bragas el primer día de la marea roja 

y te soñaré cubierto de ella.

Hasta dejar de quererte.