Platos rotos 2.
Pienso absolutamente concentrada en esta variante del dolor para no pensar en él o en ti.
Y, apoyada sobre él, no sé si me tira del pelo o me sujeta para que no me escape.
Me tatúa de negro con agujas oxidadas el cultivo ilegal camuflado en mis ojos, antes de que llames a la policía y te llena los bolsillos de pura nieve; pues a fin de cuentas, mi dolor siempre estuvo de mi parte. Te pongas como lo pongas.
Ahora estoy demasiado colocada
como para que me cambies de sitio en la oscuridad, y demasiado enfadada
como para andar con cuidado.
Siéntate, por favor.
He dicho que te pongas por debajo de mí
con la educación que no te dieron,
todo no hay que explicarlo,
todo no te lo tengo que hacer yo.
No quieres mirarme a los ojos
porque te recuerdan
a la vajilla de Navidad.
Alguien tiró del mantel
y ahora están rotos.
Mis ojos como platos rotos.
Voy a lanzarlos al aire
sólo para preguntarme:
¿siempre supiste disparar
o yo caerme solita?
Algún día,
hace ya casi todos los noviembres,
tenía que escribir esto.
Como platos sí,
rotos.
No los recogeré hasta tenerte frente a mí descalzo.
Aún sin poder verte venir,
te escucharé gritar.
Te robaría una idea,
pero tendría que hacerla mucho mejor
o tirarla a la basura orgánica.
¿No es ese un debate como para salir en diferentes direcciones mientras asumimos el final?
¿Asumimos el final?
Debería haberlos recogido
<< Quiero decir los platos,
digo los ojos.
Digo: por lo menos cállate la boca>> antes de gatear tan bajo y llevar tu nombre en la suela de mi mano izquierda.

🔥🫀🔥🫀🔥🖤💋🐉
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